viernes, 9 de diciembre de 2011

Mercadillo solidario con Nicaragua 2011

Gracias a los maestros, alumnos, personal no docente, padres, madres, familiares, amigos y vecinos el mercadillo ha sido un éxito y hemos alcanzado todos los objetivos que habíamos previsto, no sólo respecto a la recaudación sino en cuanto a participación y colaboración, algo muy importante que forma parte de nuestro proyecto educativo.
En el siguiente video realizado por la profesora y el alumnado de 4º curso recogemos algunos momentos de las tres jornadas realizadas. Esperamos que os guste.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Especial Nicaragua

Los dias 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre en el Colegio Tomás Alvira de Zaragoza, estamos realizando un rastrillo benéfico con donaciones de empresas y familias en beneficio del NER Adiact de León. El principal éxito no es la recaudación, sino la tarea de sensibilización y colaboración entre todos que se está desarrollando en la comunidad educativa, a la vez de dar a conocer el nuevo colegio hermanado y el barrio de Sutiava

"Los chicos y chicas de 6º para el rastrillo solidario de este año hemos realizado diferentes talleres de artesanía (coleteros, estuches con globos y gomaeva) los viernes por la tarde en hora de plástica.
Buscamos información sobre Nicaragua y sobre el colegio con el que estamos hermanados. También realizamos carteles para promocionar el mercadillo y los colocamos por el colegio y alrededores.
Hemos realizado esta emisión especial de radio con información de Nicaragua y han venido a clase dos voluntarios que pasaron un mes en Nicaragua.
Toda esta emisión ha sido ya realiada por nosotros, desde los textos al montaje final.
¡Os esperamos en nuestro RASTRILLO SOLIDARIO!

Encontraréis objetos de artesanía realizados por los chic@s del cole, juguetes y muchas cosas más...."



jueves, 25 de agosto de 2011

EL INSTITUTO “ERMITA DEL TOLOLAR”. IMPRESIONES

Experiencias de voluntarios en León. Verano 2011. Manuel Hernández Martínez.

Tercera parte.

El miércoles tengo dos clases, y es otro día “D”. En casa no ha habido luz por la tarde –problema que se repite muchas tardes y noches enteras- y tengo la aprensión de que si no hay luz en el instituto no podré poner la película prevista. Comienzo la mañana puntualmente… No, tardamos un poco, primero limpieza, luego entran poco a poco, incluso cuando un profesor al rato introduce a alumnos que faltaban y que estaban simplemente al lado de la clase. El comienzo, lento pero tranquilo, pues estoy solo con ellos al principio y están callados y ordenados, es triste de nuevo pues ese silencio sigue en la participación de este grupo de séptimo. Nadie ha hecho la tarea. Solo una alumna, Darling, me entrega su cuaderno, pero aunque elogio su trabajo realmente solo hay copiado, eso sí, muy limpio, lo que les había dictado que tenían que hacer, solo está escrito el enunciado de la tarea. No puedo llamarla deberes pues eso no lo entienden, como decirles que lo hagan a bolígrafo, es a lápiz, porque el de mina es lapicero. Gracias a la participación e interactuación de Luis –que ¡menos mal! no empieza a poner negativos de forma masiva- disponemos en la pizarra de un repertorio de animales y seres humanos del folklore, de la fantasía, de la cultura de ultratumba de Nicaragua, de León, de la montaña e incluso del instituto. Antes de marcharme de clase los alumnos se comprometen a poner por escrito, de forma aproximadamente enciclopédica, sus explicaciones sobre estos seres fantásticos o populares.

Aprovecho para acercarme a la biblioteca y sí que está dispuesto todo, gracias a mi inseparable Mercedes: cañón, altavoces, ordenador y ya están los archivos de Un perro andaluz en la pantalla. ¡Fantástico! En la clase de undécimo, como le he explicado a Luis, pretendo hacer un repaso rápido de su tarea y las correcciones precisas pues luego vamos a la Biblioteca a “videar” la primera película de Luis Buñuel. El repaso cuesta -¡Gracias a Dios!- más de lo esperado, pues Blanca, Arden Erika, Heizel, Víctor, Teresa, Karla, Efrén, Marvin, Mandelín, Katy, Idania, Marden, Mariela, Betty, Fabricio y Luis han cumplido, en diverso grado con la tarea (18 de 32, no está mal en comparación con porcentajes anteriores) y hay que leer sus textos y hago una corrección global, anulando algunos de ellos y proponiendo mejoras en sus “noticias” y “artículos de opinión”. Va a ser muy difícil que escriban dos textos distintos, así que les propongo que pueden elaborar uno solo en el que incorporen tanto los contenidos objetivos como su opinión o la de otros. Y siempre nos interesan más los temas locales o propios que los generales como los partidos Madrid vs. Barcelona, que aquí tienen tanta repercusión como en España.

Y por fin llega el momento de la película. Como estaba previsto, les invito a salir, y veo que no salen de golpe, efectivamente cumplen con la premisa de que no hagan ruido, pero además salen en formación. No me siguen, en principio, sino que me advierten que tengo que esperar a que se hagan dos filas para marchar los escasos treinta metros que nos separan de la Biblioteca. Pues allá vamos. En este momento de mi exposición he de aclarar, antes de seguir que estas impresiones, aunque están tomadas de mi experiencia en el Instituto “Ermita del Tololar”, las podría trasvasar al diario de viaje, pues es tanta la emoción de hacer el sueño realidad que mi disposición es más emotiva que pedagógica. Entramos al recinto que tanto cuida Dina, el lugar privilegiado, donde yo quiero realizar este ceremonial y no en un aula, porque quiero que efectivamente sea un acto sagrado esta proyección de Un perro andaluz para los alumnos mayores, los de undécimo, o nuestro primero de bachillerato. Ya he comentado con la profesora de Lengua esta actividad que encaja con su programa, no en el de Historia pues al parecer dan Filosofía, en décimo dan Economía. Pero el solo hecho de que el instituto hermanado sea “Luis Buñuel”, que la Biblioteca se llame “Luis Buñuel-Tololar”, es justificación para proyectar, y además me considero, como dicen por aquí, capacitado, y es una oportunidad para hacer algo más personal y genuino que mi tarea con la revista, actividad que tomo como una responsabilidad, con las satisfacciones y disgustos de las que voy dando cuenta.

Tenía pensado no explicar nada, incluso poner la presentación biográfica y ya la película, pero como hemos llegado más tarde de lo previsto, presento brevemente mis motivaciones. Incluso les cuento mi sueño, relatado en mi diario de viaje, donde me angustio porque no me da tiempo desde España a llegar a las 7 a.m. a mi tarea en el instituto, y el ahogo sentido hasta que desperté, para que recuerden experiencias similares donde sentimos físicamente y realmente la irrealidad del sueño, y donde podemos reconocer nuestras obsesiones y miedos. Les invito pues a ver la acumulación de sueños de unos artistas decisivos en la Historia del Arte. Los emplazo también a ver próximamente Los olvidados, película que entenderán mucho mejor, pero ahora tienen que abrir sus ojos, para asomarse al interior de la película y de sí mismos. Cierro las lamas de las ventanas para que se vea un poquito mejor, distancio el “data-show” y… ¡Proyección!

Dieciséis minutos después –que he aprovechado para tomar notas y ver sus reacciones- acaba la proyección. Aún quedan veinte minutos de clase, y aunque les he dicho que no les iba a explicar nada, pues nada había que explicar, no puedo evitar que ante mi pregunta ¿os ha gustado? y su esperable y efectivo silencio, les vaya explicando algunas imágenes y técnicas cinematográficas mientras proyectamos la película por segunda vez y sin sonido, como fue la primera vez que la proyectaron. Espero que haya sido una experiencia inolvidable para ellos, para mí sí lo ha sido.

EL INSTITUTO “ERMITA DEL TOLOLAR”. IMPRESIONES

Experiencias de voluntarios en León. Verano 2011. Manuel Hernández Martínez.

Segunda parte.

A través de Luz Marina Miguel me hace llegar dos películas de Buñuel y me replanteo la posibilidad de que conozcan a través de ellas al cineasta en los grupos de mayores. Esto es muy estimulante: al igual que probablemente fuimos los únicos españoles en ver los nichos de Sutiava, seguramente será por mí que vean El perro andaluz estos alumnos nicaragüenses.

El jueves 11 es el “Día D” primero de mi estancia en el Instituto. Es el primer día del segundo turno aquí, por lo tanto tengo que empezar a recoger la tarea, a “cosechar el fruto”, es la segunda sesión, tras la primera de explicación me espera la segunda donde observo y corrijo los borradores de lo que han realizado los alumnos. En una tercera será la cosecha definitiva. Pero la primera de las sesiones, con 10º, los penúltimos mayores, lo que sería 4º de ESO, por edad, no han hecho la tarea: de 37 hay solo cuatro alumnos que han hecho la tarea a medias (Rodrigo, Ramón, Alcides, Maimo: curiosamente sólo chicos cuando la teoría es que trabajan y participan más las chicas). Tenían que escribir una noticia y un artículo de opinión. Solo cuatro han escrito una especia de entradilla de una noticia, y de estas solo una noticia es valiosa la misma en los dos- sobre la construcción de la Biblioteca del Instituto. La presencia del profesor en principio facilita mi trabajo para que estén atentos, pero ahora se ha enfadado y les ha puesto negativo a los 33 alumnos que no han hecho la tarea. Mal. No quiero que guarden mal recuerdo mío, al menos que no guarden ningún recuerdo, de esta manera, y a pesar de las justificadas y merecidas reconvenciones del profesor, creo que van a recordar mi presencia de forma odiosa.

Menos mal que en octavo, donde la tarea era más abierta para adaptarla a su edad, ha participado la mayoría, y aunque todos han hecho prácticamente lo mismo, un poema, la segunda persona que lo ha leído, Ana Yancy, sobre su diario, me ha encantado: terapia de escritura en verso. También leen sus poemas Carla, Claudia, Luis, Yanelis, Damaris, Elías, Nelvi, Diana, Medal y sus noticias Josep, Juan, Jasson y Alejandra. Antes de empezar la clase ha venido Miguel a advertirme que había que acabar antes, pero por fortuna se ha retrasado la recogida, como es habitual por aquí (aunque al final sale todo, todo lo previsto se hace). No sabía cuándo tendría que acabar la clase, les he metido prisa en la presentación de su borrador y ha seguido quedando tiempo. He cogido el libro de Federico García Lorca que llevo y he vuelto a leer, pero por primera vez en esta clase: “Córdoba / lejana y sola”. Les he explicado las metáforas, las que hay en este poema. He sentido que algo transmitía, que me atendían algunos: que estaba leyendo a Lorca, un poema de Lorca, a jóvenes del Instituto “Ermita de El Tololar”, en la zona noroeste de León, Nicaragua, a una semana antes de que se celebren los 75 años de su asesinato. Y lo escuchan chicos y chicas que acaban de hacer sus propios poemas. Quizá alguno a aprendido algo para su escritura, yo les he leído a Lorca como mejor he podido.

Cuando regreso a las aulas, con bastantes ganas, el martes me toca el grupo de 7ºA y poquitos han realizado de nuevo la tarea. Escriben en la pizarra sus definiciones de ríos, flora, fauna y biografías Larry, Orestes, Joennis, Jeffrish, de 31 solo 5. Las corregimos los emplazo para el último día. Seguidamente en 8º B, donde faltan alumnos, se supone que por la “goma” o resaca de la fiesta que se tomaron el día anterior –aunque a algunos los trae el profesor, el invariable Luis, que llega un rato después de empezada la clase y mete a varios en el aula, José, sobre todo, y Alexander, Josué y Carlos leen unos cuantos refranes que comentamos y les pido que añadan su explicación como texto expositivo. Los demás se comprometen para traer la tarea el próximo día, con el tipo de texto que van a realizar y el tema.

Al salir, prestos ya para la fiesta de despedida de los cuatro primeros cooperantes, la directora me pide reajustar el horario de mis clases. Frente a la propuesta anterior –que mis intervenciones fueran en la clase de Educación Física, por la “saturación” de contenidos en las otras materias…-, ahora los profesores guía –tutores- desean acompañarme en alguna de sus clases. Intento reajustar respetando mi deseo estimulante de proyectar en 10º y 11º las películas facilitadas por Miguel de Buñuel. Aprovecho para recabar datos: son 255 alumnos más 18 de preescolar, y 15 profesores más 3 de preescolar. Como siempre seguro que sale todo, aunque me cuesta un rato reorganizar el horario. Vamos a la fiesta, no sin antes preparar el cañón, solicitar el portátil y hacerme de nuevo el simpático pesado con el profesor de computación, Héctor, para que me eche una mano si no funciona algún aparato.

La fiesta: ya he comentado en mi diario las emociones y sencillez y cariño a raudales –mucho tiempo de baile y la música muy alta-, pero estos chicos han dejado huella en padres, profesores y alumnos. La cosa negativa: veo en la sala a unos nueve profesores y a una docena escasa de alumnos. El resto no está. ¿Es un punto de vista muy occidental, productivo, estresante, decir que cualquier motivo es bueno para dejar de dar clase? Sin embargo, en la fiesta vespertina de despedida, en casa de Damaris, con jóvenes de Palo de Lapa que les dedican a Pablo y Pilar, Lara y Joaquín, una chica me dice que la pospuesta fiesta de elección de Miss del instituto la van a hacer el sábado 20. Eso está muy bien, ya no se interrumpen las clases, A ella y a una de las chicas promotoras que vi en la reunión del equipo de “Promotores de Paz y Convivencia” les comento –como no puedo dejar de ser como soy- que, ya que tienen esa sensibilidad ante la violencia de género y la igualdad de sexos, o bien dejen de hacer esa fiesta que tiene un evidente componente machista o que hagan también una de Mister en el instituto.

martes, 23 de agosto de 2011

EL INSTITUTO “ERMITA DEL TOLOLAR”. IMPRESIONES

Experiencias de voluntarios en León. Verano 2011. Manuel Hernández Martínez.

Primera parte.

No es el centro geográfico de la zona pero sí se encuentra en la entrada desde la carretera principal. A él acuden todos los alumnos que han acabado la enseñanza primaria de la zona (de 1º a 6º) y quieren seguir realizando sus estudios hasta finalizar la secundaria (de 7º a 11º): cinco años de estudios que los capacitan mejor para el mercado laboral y obligatoriamente para la universidad.

Lo primero que llama la atención es el orden de las pocas cosas que hay en el patio. Es un centro pequeño, con unos 200 alumnos y unos ocho profesores. Una parte del centro se encuentra en obras pues están construyendo los laboratorios de Ciencias. Pero no es el ruido de las obras lo que más molesta, sino que las clases, como las casas, están abiertas al exterior por el vano de la puerta, las verjas que hacen de ventanas y la ausencia de pared que cierre hasta el techo pues comunica con el aula siguiente.

A pesar de las condiciones que observamos en la zona rural (la higiene en las casas, la suciedad en el entorno en el que conviven personas y animales, la ceniza de los caminos) los alumnos y alumnas, chavalos, lucen camisa blanca y pantalones o faldas azul marino. Las chicas llevan medias hasta la rodilla igualmente blancas. La raya del pantalón en la mayor parte de los chicos es impecable. A veces se adivina una camiseta, blanca, un pantalón de chándal o vaquero, pero azul marino. A veces, bajo la camisa blanca se ve una camiseta con algún color, pero casi siempre es blanca: camiseta y camisa a pesar de los calores.

Hay brigadas de limpieza cada mañana, por lo que todos valoran la limpieza de los escasos patios y zonas de acceso y las propias clases. Sobre las pizarras han pegado pizarras acrílicas, aunque es difícil encontrar un rotulador borrable sobrante o un paño para borrar.

El lunes realizan la Matinal, con una oración dirigida por una pareja de alumnos, el canto del himno y los avisos pertinentes de la semana. Todos están en orden y por filas de edad.

Cuando entro a las clases se ponen de pie como visitante y muestran atención en esos primeros minutos. En el desarrollo de las clases las actitudes se normalizan y la globalización de comportamientos llega a que se reproduzcan las situaciones habituales.

En el patio venden fresquitos y fruta amablemente, no hay ni gominolas ni bollería, ni café, ni refrescos.

Espacio privilegiado es la biblioteca, recién inaugurada y con muchos medios: imprescindibles los ventiladores, aquí abanicos: hasta cinco. En ella uno se siente muy a gusto. Tiene ventanas, siempre abiertas, como las puertas, mientras está en servicio, y paredes hasta el techo. Se va llenando de libros, de proyectos, de ilusión.

El martes 9 han recibido la visita de varios grupos de Preescolar y el miércoles parten a centros más lejanos para hacer actividades de dinamización de lectura, básicamente “Cuenta cuentos”. Ya se lo he advertido a los alumnos: tienen un espacio privilegiado para leer, trabajar, estudiar, entretenerse. Frente a sus aulas deterioradas, con una simple pizarra blanca acrílica, sus ventanales de obra, sus sillas incómodas, viejas y alguna rota… El calor, exterior y humano… Los ruidos permanentes del exterior, de la clase de al lado, pues las paredes no cierran con el techo en la mayor parte de la clase… La Biblioteca es un lugar privilegiado: ventiladores –abanicos- en el techo, ventanales grandes –siempre abiertos, claro, pero ventanales- muebles nuevos de madera, mesas grandes, corriente de aire al tener dos puertas –abiertas mientras el servicio-… La amabilidad de Dina y ahora también de las compañeras que la acompañan.

Los estudiantes vienen regularmente a la biblioteca a por los libros de clase, a por los manuales… Podemos decir que los libros son gratuitos… Están en la biblioteca y habrá unos ocho por asignatura y curso… Ese es todo el material. A mí me han tenido que dejar un rotulador para la pizarra pues no hay más –creo que hay alguno en la biblioteca-. Cada profesor lleva el suyo incluso. Las fotocopias que realiza la bibliotecaria, las pagan los alumnos, cada una cuesta medio córdoba (30 córdobas es 1 euro; un billete de bus de recorrido interurbano son 3 córdobas).

Lo más difícil en las clases es propiciar un ambiente estimulante de trabajo. En cada grupo las sensaciones y situaciones son distintas. Desarrollaré más la del grupo de 8º (lo que sería segundo de ESO) de ayer. La clase se desarrolló de 10:15´ a 11:45´. Algunas clases de hora y media se dividen en dos, pero la mayor parte duran una hora y media. Hay que tener en cuenta que no empiezan las clases de forma puntual. Por la mañana los alumnos limpian a primera hora, hay un grupo adjudicado para ello y hasta que no acaba la limpieza, hacia las 7:15´, no empiezan las clases. La mayor parte de profesores viene de León, y es la llegada del autobús la que impone el comienzo del trabajo. En teoría llega a las siete, pero puede retrasarse. En el caso del grupo de 8º tuvieron clase la primera hora, pero ya sabían que a las 8:30 no tenían profesor y que tampoco tendrían tras el descanso de las 10 h. Les faltaban dos profesores de los tres que tenían. Una profesora nos advirtió del hecho a las ocho y media: que ese grupo ya no tenía profesores el resto de la mañana y que podíamos adelantar la actividad de tercera hora, lo que no implicaba que se fueran antes. Aquí no existe para los profesores la “Guardia”, de tal manera que esos alumnos no reciben atención aunque algún profesor esté libre. Al menos es lo que yo he visto. Pablo decidió jugar con ellos en el patio, porque era la hora de Educación Física, y ocuparse así de los alumnos. Yo pensé aprovechar ese rato para ultimar el Pps de Buñuel y relajarme un poco y dar así el servicio a la tercera hora. Allí acudí y los alumnos tardaban mucho en venir. Como Pablo los conocía los iba buscando por el patio o por la calle: muchos ya se habían marchado en el receso. Entraron unos cuantos. Lo curioso es que en el patio o por detrás de la pared que da a la valla seguía habiendo alumnos. Siempre hay alumnos en el patio, siempre, de forma que desde dentro de la clase los estudiantes observan a los que están a fuera y se despistan con facilidad. No abren la mochila, no. Siempre en la espalda y cerrada. Hay que insistir para que abran, saquen el cuaderno y copien. Es un ritmo lento. Incluso para los mejores puede ser dañino, al recibir poco estímulo. Para los más normalitos enseguida se pueden cansar pues parece que el ritmo lo marque la pereza…

Son impresiones de los primeros días. Las dos “molestias” o dificultades para desarrollar mis clases están siendo, por un lado, esta especie de dejadez, desmotivación que parece propiciar no solo la actitud de los estudiantes, también el calor, la impuntualidad, la costumbre de no participar, las instalaciones del aula y falta de recursos… Por otro lado, y referido a la instalaciones, la molestia mayor en aquellas clases en las que los alumnos están en silencio, incluso para participar, es la sonorización de las aulas. Todavía no había tenido la experiencia de estar flanqueado por tres lados de ruido. Hasta ahora habían sido aulas en las que la distracción provenía de dos lados. El miércoles fue en 8º en un aula en la que los ruidos provenían de las rejas que daban al patio, con los alumnos que están allí libres; y el otro lado el que daba al lateral con la valla del centro, donde había alumnos más bien ocultos pero que seguían charlando en voz alta. En 7º el ruido provenía por un lado del mismo lado del patio y el otro lado consistía en el espacio que queda libre hasta el techo de la pared más corta, por donde se colaba el ruido de la clase de al lado. Eran ruidos de una clase muy dinámica –no sé exactamente cuál- pero con muchos ruidos de sillas, levantarse, hablar muchos en voz alta, salir media hora antes de clase… Pero hoy he tenido la experiencia de que viniera el ruido por tres lados: el lado que da al patio, donde ostensiblemente estaban sentados varios alumnos de esta clase –en la biblioteca me han comentado que había varios de los que no suelen participar-; el lado corto donde compartimos el espacio con la clase adosada, de donde venían intermitentemente ruidos de la clase, más o menos comprensibles y a los que yo puedo estar acostumbrado; pero lo peor ha sido el lado opuesto al del patio, el otro lado largo de la clase donde en este caso también se compartía espacio hasta el techo: una clase donde el ruido ha sido constante, pertinente, una algarabía que me impedía hablar en voz normal-alta, donde ni yo mismo me escuchaba durante todo el tiempo. Incluso el profesor que me ha acompañado en gran parte de la clase y que intervenía e interactuaba correctamente, ha salido varias veces de la clase y me consta que ha ido a aplacar un tanto ese griterío.

Lo malo de esta clase, bueno para mantener el silencio, pero malo para la participación, es que apenas contestaban a mis preguntas sobre su propia realidad, o sobre algún texto sencillo que he leído…

De nuevo creo que he metido la pata al contarle mis penas a la directora. Ha sido justo al salir de esta clase donde mi garganta no ha quedado dañada pero sí he notado el sobreesfuerzo en los pulmones y he explicitado mi incomprensión ante tal cantidad de ruido externo especialmente en ese lado de la clase. Se me ha escapado decirle: “¡Me gustaría saber quién daba clase ahí y qué daba!” Una lástima. Este papel de “observador” que de alguna forma también me han pedido que haga, también me hace sentir un poco charlatán, al no filtrar todas mis emociones y razonamientos. Yo no soy un buen profesional y estoy criticando la labor de otros profesionales. ¿Debo, por lo tanto, callarme, o decir solo aquello que no pueda molestar, o reducir la cantidad de información que expreso, reduciendo lo negativo o anulándolo? Por un lado mi punto de vista o perspectiva puede ser válido, pero por otro parezco un espía. ¿No me molestaría que conmigo hicieran lo mismo? Las dudas que me ha planteado Adilsa, la directora, y los problemas ¡los tengo yo también en mis clases! ¡Si no tengo la solución, cómo voy a criticar, observar! ¿No es indecente? Tampoco quiero que mi información sirva al Hermanamiento o a los responsables educativos para reorientar nada o criticar a alguien. Mi intención es expresar mis dificultades, pero he de reconoces que son mías. Creo que no tengo derecho a opinar y menos a criticar. ¿Tengo derecho a informar? Me lo plantearé.

viernes, 12 de agosto de 2011

En la biblioteca Luis Buñuel de El Instituto del Tololar

Experiencias de voluntarios en León. Verano 2011. Mercedes Basols Molina.

Estoy en la biblioteca del Instituto de El Tololar, junto con Pilar. Aquí he encontrado a una persona llena de ideas y ganas de enseñar a los chavalos. Su nombre es Dina, y ha sido profesora de otra comunidad durante seis años. Desde febrero el Tololar tiene la suerte de contar con su presencia e iniciativa. A través de juegos, cuentos, canciones y dramatizaciones busca motivar a los chavalos para que lean y crezcan como personas.

“En las bibliotecas de España tiene que haber silencio, verdad?”, me pregunta Dina. “Cómo, no”, respondo en idioma nica. (Así es como dicen el “sí”). Dina lo sabe pero cree que es más fácil que los chavalos se sientan cómodos y vean la biblioteca como un lugar por y para ellos. Por eso en los recesos (descansos) corren hacía la biblioteca para jugar con el tablero o el domino, o pasar alguna cosa en la computadora. Además Dina se encarga de controlar los libros de texto, ya que no hay demasiados. Los chicos vienen a buscarlos y los devuelven cuando acaban. También hay novelas y cuentos que los chicos pueden llevarse a casa y devolver en unos días.

Dina ha iniciado actividades para motivar a los chavalos a leer como clases de motivación lectora, concurso de lectura y un club de lectura. También viaja con varias alumnos y una caja llena de cuentos a los diferentes coles de la comunidad: se trata de la biblioteca viajera. Este martes organizó un encuentro de preescolares en la biblioteca. Decoramos la sala con adornos y material enviado de España de los Alumnos de Instituto Luis Buñuel. Hubo juegos, canciones, chimbombas (globos) y teatro de marionetas.

La falta de recursos es compensada con ideas creativas y mucha voluntad y risas. Porque aquí no te quitas la sonrisa de la cara y no dejas de sentir el cariño y calor de toda su gente.

viernes, 24 de junio de 2011

HERMANAMIENTOS EDUCATIVOS - XV CONFERENCIA DE CIUDADES HERAMANAS CON LEÓN

MESA EDUCATIVA
Julio de 2010

Las ONGD´s que nos integramos en la preparación de la XV Conferencia de Ciudades Hermanas con León y más concretamente en la Mesa de Educación, elegimos como uno de los temas de trabajo para la conferencia los Hermanamientos Educativos ya que es una experiencia común a muchas de nuestras organizaciones.

Los Hermanamientos Educativos establecen una relación entre centros e instituciones educativas de Nicaragua y otros países. En un gran número de casos en estas relaciones tienen un excesivo peso la donación o el traslado de recursos financieros del Norte hacia el Sur. Es decir, el Hermanamiento para el centro educativo de Nicaragua viene a satisfacer ciertas necesidades económicas, para el centro de su homólogo en el Norte, viene a satisfacer una necesidad de dar. En los centros educativos del Norte, la recolección de fondos para su envío a centros educativos de Nicaragua suele convertirse en la motivación principal para la realización de actividades. El paternalismo, asistencialismo, o la caridad están en la base de estas acciones.

Nos propusimos en esta XV Conferencia de Ciudades Hermanas iniciar el camino de deconstrucción de esas ideas y percepciones, mediante la creación, con el mayor grado de participación y consenso posible, de una definición de Hermanamiento Educativo, una identificación de sus principios o valores, y una descripción de sus principales logros u objetivos.

Para alcanzar ese grado de consenso y participación realizamos, previo a la conferencia, un encuentro con Hermanamientos Educativos en León; y un proceso de consulta mediante cuestionario a los centros educativos de los países del Norte. En el encuentro que mantuvimos en la Conferencia trabajamos con toda la información previamente recopilada.

El resultado del proceso realizado integra el presente documento.

DEFINICIÓN DE HERMANAMIENTO EDUCATIVO

Un Hermanamiento Educativo es un vínculo entre entidades o agrupaciones educativas que se caracteriza por su voluntariedad, continuidad y horizontalidad, siendo sus herramientas básicas de funcionamiento el intercambio y la comunicación.

PRINCIPIOS O VALORES:

- Respeto mutuo
- Solidaridad
- Transparencia
- Confianza
- Sinceridad
- Reciprocidad

OBJETIVOS O LOGROS

Los Hermanamientos Educativos persiguen:

o Contribuir al desarrollo social, cultural y educativo.
o Mantener y fortalecer las relaciones entre las entidades educativas.
o Impulsar la Educación para el Desarrollo .
o Contribuir a la calidad de la educación formal y no formal.

Desde las ONGD´s identificamos la sensibilización , en el Sur y en el Norte, como el gran objetivo de los Hermanamientos Educativos. Sensibilización que lleve a la concientización sobre las injustas relaciones entre países y sociedades y las causas de esa inequidad, y que conduzca al cambio de hábitos de vida y al compromiso de acciones transformadoras y de cambio.

NOTAS

1.Utilizamos ONGD´s para referirnos a las organizaciones internacionales de cooperación que se vienen denominando Hermanamientos, para diferenciarlos de la denominación Hermanamientos Educativos, que hace referencia a las relaciones que se establecen entre dos instituciones o centros educativos.

2. En Nicaragua se entiende que Educación para el Desarrollo es la educación que facilita el cambio, la transformación, el logro de una sociedad con mayores grados de desarrollo. En los países del Norte, la Educación para el Desarrollo es una propuesta educativa, curricular y de centro que coloca la justicia social, la igualdad y las relaciones Sur/Norte, así como los Derechos Humanos y el respeto y cuidado medio ambiental en el centro de los procesos de enseñanza/aprendizaje. En este texto tiene el sentido nicaragüense.

3. La inclusión de este objetivo es una propuesta de las ONGDs, pero en ningún momento fue propuesto por alguno de los centros o instituciones educativas. Queda pues pendiente de revisión y de inclusión definitiva en este trabajo.

Elaborado por Ricardo Lobera (Hermanamiento León Zaragoza)
Texto final consensuado con representantes de:
Alcaldía Municipal de León
LeonEkin
Fundación Lazos de Amistad Utrech
Asociación Nicaragua Hamburgo
Hermanamiento León-Zaragoza

lunes, 20 de junio de 2011

Aprendiendo a ser embajador. Jesús Baquero en el Carmen y San José

Tras varias sesiones preparatorias, basadas en contenidos teóricos y, sobre todo, procedimentales, en las que he estado formándome para vivir una experiencia de cooperación en Nicaragua, y en las que mediante metodologías lúdicas buscábamos fortalecer la cohesión del grupo, hoy me he sentido más cercano al terreno que busco, realizando mi primera visita a uno de los colegios hermanados con los de Nicaragua, se trata del Colegio Ntra. Sra. del Carmen y San José, hermanado con el Instituto Mariano Fiallos de Nicaragua. La visita la tenía que haber realizado con el compañero Alfredo, juntos vamos a colaborar en Nicaragua en el citado instituto, pero el azar ha querido que esta primera visita la haya realizado solo, ya que Alfredo está convaleciente de un pequeño accidente que sufrió el domingo haciendo senderismo por nuestros míticos Pirineos, tuvo una caída “de esas tontas”, que le fracturó alguna costilla. Con el deseo de que pronto se recupere y podamos seguir esta andadura juntos, os comunico en solitario mi primera experiencia.

El Colegio del Carmen y San José está ubicado junto al casco histórico de nuestra ciudad, lamiendo la iglesia del Portillo, donde yacen las heroínas de la Independencia, y a un suspiro de la emblemática torre mudéjar de San Pablo, aupándose hacia el cielo como necesitada de respirar. Me llama la atención el edificio del colegio, presenta una construcción cúbica de ladrillo mecánico, ennegrecido por la contaminación, con todos los vanos iguales y alineados, como si lo hubiera diseñado un arquitecto de la vanguardista escuela La Bauhaus, además, no hay ningún elemento que nos delate que ese edificio alberga un convento y un colegio, sólo la placa de la entrada, con el logotipo y el nombre del colegio de cerámica esmaltada en tonos azules, nos informa de que ese edificio, posiblemente construido en los primeros años de la posguerra, es un colegio.
Nada más acceder a su interior, la solería de baldosa hidráulica me ratifica la época de su construcción. El silencio, el orden, la limpieza y la decoración de imágenes religiosas, me hacen pensar que he accedido al convento, y no al colegio, una vitrina de los años sesenta con trofeos deportivos me hace rectificar, y, efectivamente, estoy en el colegio. La recepcionista, que ronda mi edad, muy amablemente me recibe y me hace pasar a una pequeña sala de espera con música de fondo, no tengo tiempo ni de sacar el portaminas para tomar anotaciones porque de inmediato se presenta Hannelore, la profesora con la que vengo a hablar, la responsable del Hermanamiento. 

Hannelore es la orientadora del colegio. Es joven, morena, escuálida y risueña, primero me informa del Hermanamiento, de su experiencia en Nicaragua, de su compromiso de continuidad, de su labor en el colegio, de lo que puedo hacer allá, de... Mientras me habla, observo que de su rostro emana todo un derroche de pasión y alegría. Me dice que por mucho que me documente e imagine, no podré situarme en el contexto de allá, en las carencias de medios, en el estado deplorable en que se encuentra el Instituto, muchos días sin luz eléctrica, y que cuando llueve, lo hace con la misma fuerza en el interior de las aulas que afuera, me cuenta la naturalidad con que, una vez pasada la tormenta, continúan las clases en el exterior, cobijados debajo de un árbol.
Me habla de la situación de los maestros, cuyo salario no les alcanza para la cesta básica, es decir, para comer, lo que conlleva que haya bastante absentismo también por parte de los docentes, es tal su situación, que en más de uno pasa por su cerebro la posibilidad de dejar la patria y venir al supuesto “El Dorado” de España, a trabajar como docente.
Me sugiere ideas para trabajar con los profesores y los niños, le informo que soy profesor de Plástica y que me gustaría trabajar allá la expresión plástica con los alumnos y con los medios que allí disponen, pues lo considero más didáctico y después con esos trabajos sensibilizar aquí, en el Norte, pero Hannelore me dice que es mejor hacer una colecta de materiales con los alumnos del colegio para llevar allá, pues de lo contrario, los recursos de los que dispondré serán mínimos.

A continuación, pasa a informarme del colegio donde trabaja, de las características del centro, donde el 80% del alumnado son emigrantes (ahora entiendo el símbolo del logotipo de la entrada, con los esquemas de un niño negro y otro blanco). Me dice que tienen alumnos de todas las edades, desde niños de guardería de un año a alumnos de 4º de secundaria de dieciséis años. Me cuenta que es un colegio muy solidario, y que tanto la dirección del centro como los compañeros de trabajo o los alumnos, responden a todas las actividades que llevan a cabo relacionadas con el Hermanamiento, no sólo en las realizadas para sensibilizar, sino también en las que se recaudan fondos destinados a mejoras de las instalaciones, profesores y niños en el Mariano Fiallos. Organizan mercadillos, actos culturales: teatro, música, etc. con todo ello consiguen todos los años cerca de 2000 euros que aportan al colegio hermanado. 

Seguidamente pasamos a ver el centro, Hannelore me va enseñando todas las instalaciones y presentando a todos los compañeros, tanto personal docente, como las religiosas que lo regentan, por cierto, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, toda una labor encomiable desde el siglo XVII. Comenzamos por la guardería, para Hannelore la parte más bonita, y de la que más orgullosa está, y no es para menos, porque yo, que poco me desvivo por los niños, he disfrutado y gozado. A pesar de estar en la zona de guardería, el silencio más hondo y educado sigue acompañándonos. No hay palabras para describir las sensaciones y emociones que he sentido al verme en medio de todo un ramillete multirracial y multicultural de niños, quizá me han llamado más la atención las niñas y niños de piel oscura, con sus pelos y trenzas rizadas, acicalados a la manera tradicional de sus países, la sonrisa dulce e inocente que emana de sus rostros, con los dientecitos blancos e inmaculados como jazmines recién eclosionados, y con los ojos oscuros, grandes, luminosos y agradecidos; todos saludan, abrazan y acarician a Hannelore, no en vano es la directora del coro, precisamente el próximo domingo van a actuar en el Auditorio, un escenario donde sólo lo hacen los más grandes. Mientras arropan a Hannelore, me observan con curiosidad y también se acercan hacia mí, sin recelo, como si fuera uno más de su entorno cotidiano. Dejamos la guardería y por una amplia escalinata accedemos a la zona de Primaria, mientras la dulzura de esos niños sigue cabalgando en mi cerebro, el silencio del principio sigue acompañándonos; una a una, vamos accediendo a todas las clases, en donde Hannelore me presenta como su embajador en Nicaragua. Pensando en mi Instituto de Cariñena, en todas las clases busco una tiza en el suelo, una pintada en el mobiliario, una raya en la pared, un chicle en el techo, etc. pero no encuentro nada, sólo el rincón de Nicaragua, decorado con pósters, poemas, fotos, dibujos.... de ese “cercano” país.
Pasamos por varios despachos, salas de profesores, cocina, etc. y subiendo más escaleras accedemos a la zona de Secundaria, Hannelore me mira como diciéndome: aquí no va a ser igual, como temiendo que algún listillo rompa el protocolo, pero no ocurre, todo sigue igual de limpio, sereno, silencioso, ordenado e impoluto, sólo la expectación que sienten ante mi presencia rompe la cotidianidad docente y afianzan la lección de educación que acabo de recibir. Por último, Hannelore me presenta el equipo directivo, al que felicito por todo lo que he visto, no puedo resistirme a preguntarles cómo lo consiguen, me dicen que su trabajo les cuesta, y que desde un principio, en todo momento, la educación en valores sigue siendo un referente y una obligación moral, por encima de nuevas tecnologías, datos estadísticos, reuniones y más reuniones (para hablar siempre de lo mismo), informes y trámites burocráticos en los que estamos inmersos hoy los docentes.

Me despido sintiéndome agradecido por la amabilidad y la atención que han tenido conmigo, les digo que les enviaré un correo con los motivos que decoran las paredes y mobiliario de mi Instituto, mientras observo la máquina de coser que tiene la recepcionista tras el mostrador, un buen ejemplo y una forma más humana y eficaz de pasar el tiempo, que junto al ordenador.
Al acceder al exterior, el tráfico rodante y la silueta de la torre mudéjar recortándose sobre el cielo azul me despiertan del sueño.

Mi primera visita al Luis Buñuel. Manuel Hernández


Había oído hablar de este centro y su ubicación en otro lugar. Sus problemas con la población del barrio cuando estaba situado en El Gancho. La nueva localización, el nuevo edificio... Conocidos allí destinados... Había pasado cerca al hacer circuitos corriendo o en bicicleta por la ribera y siemrpe me llamaba la atención al estar tan cercano a la emblemática pasarela del Voluntariado.

Cuando conocí a Luna en la sesión del sábado del curso, cuando supe que "me tocaba" el centro hermanado con el Instituto, ya pude encajar las piezas para hacer realidad el deseo de verlo por dentro y conocerlo mejor.
La grata compañía de tamaña "cicerone" por las aulas, talleres, salas, instalaciones, hizo que el recorrido por el instituto fuese inolvidable, para poderlo también transmitir en "El Tololar".
Con Pablo vimos el video preparado para el programa Comenius con las actividades de sensibilizacion realizadas con alumnos. Y la recta o visita final fue con la otra profesora voluntaria y con la directora, ambas también entusiasmadas y elogiándose unas a otras por la labor y para estimularnos también.
Es bueno regalarse esos piropos, máxime cuando el ambiente de solidaridad está como está. Ese fue el toque negativo: la escasa cantidad de profesores implicados sistemáticamente en el proyecto. En ello podremos trabajar a la vuelta, seguramente, aunque el objetivo principal sean los alumnos.

Deseando volver a coger el material, esos posters y carteles... Lo malo es no poder llevarnos las maquetas del Ciclo de Infantil. Eso para cuando el Hermanamiento tenga jets privados para el personal.

Hasta pronto, Luna y "Luis Buñuel": transmitiremos vuestro entusiasmo y vuestra utopía.

Visita embajadores Felipe y María al CRA ORBA



El miércoles fuimos Felipe y yo (María) al Cra Orba.

Visitamos el colegio de Muel, Botorrita y Jaulin, de la mano de Mamen, que nos trato genial llevándonos a todos los sitios para que los conociéramos. y a la vez hablando de Nicaragua y el viaje ya que ella estuvo el verano pasado, y nos contó cositas! jaja
Los profesores también nos trataron muy bien, allí estaba Estíbaliz también muy agradable. Y no nos podemos olvidar de todos los niños que conocimos, que vamos a decir... Uno de los grupos nos canto hasta un rap! ;) y Nos dieron besos y abrazos para que los traslademos al cole de Rebeca Rivas.

En el cole realizan muchas actividades relacionadas con León. Al haber ido Raquel, recientemente al colegio, se llevo cartas de los niños y trabajos. Nosotros llevaremos revistas que han hecho en el cole. Y cuando volvamos esperamos traer muchas cosas desde allí para compartir con todos ellos.

En resumen, fue una buena visita.

Grupo de voluntariado y embajadores


De nuevo un grupo de voluntarios y voluntarias viajan a León en verano para convivir con una familia nicaragüense y conocer la realidad leonesa en primera persona.

Después de varios meses conociéndose entre sí y preparándose para la experiencia en un curso de formación, cada persona integrante de este grupo va a integrarse en una ubicación distinta durante su estancia, siendo esta en muchos casos en un centro educativo, bien sea de primaria, infantil, educación especial o incluso en círculos de educación de personas adultas.

En estos casos, esta visita sirve como refuerzo de comunicación entre los distintos centros hermanados entre León y Zaragoza, facilitando la visita el intercambio de noticias y correspondencia y la propuesta de actividades conjuntas que en muchos casos tienen como resultado una creación de ida y vuelta.
Este año, dicha propuesta consiste en crear una única publicación con formato de revista, en la que se trabajarán distintos artículos desde cada centro, recopilados y trabajados junto al grupo de personas voluntarias.

A su vuelta y durante los primeros meses del curso escolar en Zaragoza, se crearán los artículos correspondientes a los centros de esta ciudad. Y uniéndolos a los de León se obtendrá esta publicación compartida, que reflejará cada una de las realidades y los vínculos entre todas ellas.